Daita

Suzuko Yamada has designed a house inspired by Rwandan forests for a small corner lot in a Tokyo residential neighborhood.

La casa se construye bajo la filosofía de poder ser fácilmente ampliada, rehabilitada y modificada, con una estructura de barras de acero que sirve de preludio para el complejo bosque de vigas y pilares de madera interior. Todos los elementos quedan expuestos para que los soportes, arriostramientos o tuberías se dispersen entre los libros, macetas o plantas y den forma a las escenas de la vida cotidiana.

El límite con el exterior se desdibuja, sin un límite construido claro. El jardín conviven en simbiosis con la casa, de esta manera la selección de árboles frutales y otras plantas se confunden con la urdimbre de barras metálicas que conforman el porche, las escaleras facilitan la poda de la vegetación, las pasarelas sirven de guía para las vides y las ramas permiten cierta intimidad en el interior.